La banca comercial reportó incrementos en todos los diferentes productos para acceder a crédito, reportó el Banco de México
En medio de un panorama económico marcado por el estancamiento, una inflación que ha retomado su ritmo ascendente y una política monetaria más flexible, el crédito al consumo otorgado por la banca comercial en México se disparó durante el primer trimestre del año.
Según datos del Banco de México, el financiamiento vigente al consumo aumentó 14.2 por ciento en términos reales entre enero y marzo de 2025, una aceleración respecto al 11.2 por ciento registrado en el mismo periodo de 2024.
Este repunte en el crédito se da en un entorno donde la economía nacional enfrenta una desaceleración en sectores clave como la inversión, el consumo privado y el gasto público, al tiempo que la inflación ha vuelto a presionar los bolsillos de los hogares. En ese contexto, la demanda de crédito por parte de los consumidores ha crecido de forma significativa.
Desglosado por tipo de financiamiento, el crédito personal aumentó 10.3 por ciento anual en términos reales, el crédito vía tarjeta creció 9.5 por ciento, y el crédito de nómina avanzó 5.5 por ciento. Pero el rubro más dinámico fue el financiamiento para la adquisición de bienes duraderos —como autos o electrodomésticos— que se elevó 42.1por ciento anual en términos reales, el mayor incremento entre los componentes.
Este dinamismo del crédito también se enmarca en una estrategia del Banco de México para apoyar a la economía a través de una reducción paulatina en la tasa de interés de referencia. En sus últimas tres reuniones, el Banco de México ha recortado sus tasas de interés en 150 puntos base, al grado de colocarla en 8.5 por ciento. El próximo jueves tendrá una nueva reunión, en donde podría aplicar un nuevo recorte.
No obstante, esta expansión del crédito también prende alertas. Analistas advierten que el aumento del endeudamiento de los hogares, en un contexto donde el ingreso disponible pierde fuerza frente a la inflación, podría traducirse en mayores riesgos financieros a mediano plazo. Además, aunque las menores tasas favorecen el acceso al financiamiento, también presionan el control de precios en momentos de inflación elevada.
Por ahora, el crecimiento del crédito se mantiene como uno de los pocos motores del consumo privado, mientras el Banco de México evalúa cuidadosamente los efectos de sus decisiones monetarias y el comportamiento del crédito en un escenario económico complejo y volátil.